sábado, 28 de agosto de 2010

SUELOS


El suelo uruguayo:


La mayor parte de los terrenos geológicos presenta una cobertura sedimentaria de origen continental. Estas capas, de edad pleistocénica, constituyen los principales materiales generadores de suelos.
Desde el punto de vista geomorfológico, salvo las serranías del este, el resto del territorio presenta lomadas, colinas y planicies, siendo las pendientes más frecuentes de entre 3º y 12º.
Asociadas a las condicionantes climáticas -clima templado moderado, húmedo, lluvioso-, las características geomorfológicas facilitan la erosión hídrica.
La cobertura vegetal -con predominio de la pradera compuesta por hierbas y gramíneas- constituye otro factor que tiene incidencia en la formación de los suelos.






Suelos variados



En función de la compleja trama geológica existente, se han generado en Uruguay diversos tipos de suelos, que presentan diferentes grados de fertilidad y, consecuentemente, de aprovechamiento productivo. Es así que se pueden encontrar suelos de uso pastoril, agrícola y forestal.
El suelo es la capa superficial de la corteza terrestre, resultante de la transformación de los materiales geológicos subyacentes debido a procesos físicos, químicos y biológicos.
Está compuesto por porcentajes variables de minerales, agua, aire y materia orgánica.
Ha sido y es un recurso fundamental para la humanidad, ya que posibilita el desarrollo de actividades generadoras de alimentos y otros recursos.
El territorio uruguayo cuenta con una amplia gama de suelos, los que no siempre han sido utilizados con criterios conservacionistas, generándose por ese motivo distintos problemas ambientales.




















La erosión: proceso natural agravado por el uso:


La erosión es un proceso natural que consiste en el desprendimiento y arrastre de parte del suelo, debido a la combinación de factores naturales -lluvia, viento, etcétera- y antrópicos -acción del hombre-. Las áreas de menor pendiente y con cobertura vegetal (pradera, bosque) son las que registran los índices más bajos de degradación.
La clave está en utilizar, en el grado justo, la potencialidad natural que un suelo tiene para producir.
Si analizamos el uso productivo que se hace del espacio uruguayo, la actividad agrícola se concentra en el sur -área metropolitana de Montevideo- y en el suroeste, en el litoral del río Uruguay.
El área sur es la que presenta los mayores porcentajes de erosión, reconociendo como sus causas principales las socioeconómicas y el mal manejo de los predios. Históricamente han sido minifundios sobreexplotados y en pocos casos se respetó la rotación de cultivos, el descanso de los suelos y el aporte de nuevos nutrientes.
En el centro y norte del país predomina la actividad ganadera sobre otras actividades productivas y en esas zonas la erosión es menor.
En el este, la ganadería y la agricultura -en especial el cultivo de arroz- constituyen las actividades económicas más importantes. El cultivo de arroz en zona de bañados también ha impactado negativamente sobre la biodiversidad y la regeneración de los bellos y extensos palmares de San Luis y Castillos, maduros y a punto de extinguirse si no se toman acciones de preservación en esas áreas.
El relevamiento efectuado por técnicos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y por organismos internacionales, informa que nuestros suelos están afectados por problemas de erosión especialmente en las tierras de uso agrícola, pero la expansión de los terrenos forestados con eucaliptos y pinos augura un mayor grado erosivo y pérdida de capacidad hídrica en varias zonas.

martes, 3 de agosto de 2010

Uruguay: relieve e hidrografía


Relieve
El relieve de Uruguay se caracteriza por su homogeneidad y planitud. Es la zona de transición entre las llanuras de la Pampa y el escudo Brasileño. Así, el sector sur está vinculado a las tierras pampeanas, y el norte a las mesetas brasileñas.
Se distinguen dos grandes áreas estructurales: las penillanuras y las llanuras. Las penillanuras son restos de antiguas cordilleras, hoy totalmente erosionadas. Tienes un carácter, fundamentalmente, cristalino. Se trata de relieves suavemente ondulados y con ríos muy encajados en el paisaje. Se extienden por la mayor parte del país y se distinguen tres subsectores:
* sedimentario en el noreste,* basáltico en el litoral* cristalino en el centro-sur y en la isla cristalina de Rivera.
Las llanuras son producto de la acumulación de sedimentos aportados por los ríos, especialmente el Uruguay. Son llanuras notablemente planas, pero más onduladas hacia el interior que en la costa. Se disponen de forma periférica y también están subdivididas en tres sectores:
* planicie del litoral del río Uruguay,* la Platense* la Atlántica, prolongada en torno a la laguna Merín.
Las pequeñas ondulaciones del terreno se deben bien a las irregularidades propias de la acumulación de arcillas bien al afloramiento de colinas graníticas. Estas colinas se llaman cuchillas, y se caracterizan por tener una cumbre redondeada y pendientes suaves. Las más importantes son cuchilla Negra, cuchilla Grande, Haedo y Santa Ana. Su punto más elevado es el cerro Catedral, con 514 msnm. Otras elevaciones destacadas para el país son el cerro de las Ánimas, con 501 metros, el cerro de Montevideo, el de Arequita y el Pan de Azúcar (en Maldonado). El sistema de cuchillas sirve, además, como divisoria de aguas.
El litoral se extiende desde punta Gorda, donde se juntan las aguas de los ríos Uruguay y Plata, hasta la desembocadura del río Chuy, en la frontera con Brasil. Se divide en dos zonas bien diferenciadas: la platense y la atlántica. La platense se extiende desde punta Gorda hasta punta del Este, y se caracteriza por sus arcos arenosos y sus largas playas de suave pendiente (barrancas) que se extienden mucho más allá del litoral, salpicadas por las puntas: cabos rocosos que jalonan la costa. La costa atlántica se extiende desde la punta del Este hasta la desembocadura del río Chuy. Es baja y arenosa, y se caracteriza por sus albuferas.

Hidrografía
La red hidrográfica es de gran extensión e importancia. Los ríos tiene un caudal muy irregular, por lo que no son raras las inundaciones, muchas de ellas de gravedad. Los numerosos ríos y arroyos fertilizan el suelo uruguayo, manteniéndolo constantemente húmedo.
Uruguay dispone de tres grandes cuencas hidrográficas, la del río Uruguay, la del río Plata y la del Atlántico o laguna de Merín.
La cuenca del río Uruguay es la más importante. El río Uruguay nace en Brasil, llega a Argentina y se funde con el río de la Plata al final de su curso. Se utiliza como vía de comunicación para con los demás países vecinos. Se divide en dos vertientes, la occidental y la central, separada por la cuchilla de Haedo. La vertiente occidental tiene ríos cortos, lentos y relativamente caudalosos. La vertiente central está, prácticamente, integrada por la cuenca del río Negro. El río Negro atraviesa Uruguay de parte a parte por el centro del país, unos 800 km. Es el principal afluente uruguayo del río Uruguay. Nace en Brasil y sus principales afluentes son el Tacuarembó y el Yi, pero son muchos sus tributarios a lo largo de todo su curso. Es la arteria fluvial más importante del país, ya que es navegable en sus últimos kilómetros. Está represado en dos grandes pantanos, el del Plamar y el Rincón de Bonete. Otros afluentes del río Uruguay son el Cuareim, el Arapey, el Daymán y el Queguay Grande.
La cuenca del río de la Plata está formada por ríos de curso corto, lento e irregular. Está delimitada por la cuchilla Grande meridional. Los principales ríos de esta vertiente son el Santa Lucía y el San José.
La cuenca de la Laguna Merín está delimitada por la cuchilla Grande, hacia el Atlántico. La integran los ríos Yaguarón, Tacuarí Olimar y San Luis, junto con otros menores.
A lo largo de la costa atlántica se disponen diversas albuferas. Las más importantes son la laguna de Merín, compartida con Brasil, la laguna Negra, la laguna de Castillos, la laguna de Rocha, la laguna de Garzón, la laguna de José Ignacio y la laguna del Sauce.